El próximo mes comienza la primavera. Tiempo ideal para planificar paseos, salidas al aire libre y explorar junto a los niños y niñas
Después de que la familia ha estado varias semanas a resguardo del frío invierno, ansiamos pasar tiempo al aire libre.
A veces es difícil convencer a tu hijo de 3 años de que es hora de explorar afuera, especialmente cuando está cómodamente jugando adentro.
Cuando se resiste, trata de motivar con algunos juegos, recordarle las cosas que podrían ver y prometerle mucha diversión. Entonces, cuando salgas, intenta que las caminatas sean atractivas, seguras y divertidas para todos.
Aquí hay siete trucos simples que convierten una caminata familiar en la naturaleza en una aventura agradable para todos:
1.- Comienza con un juego.
Considera los juegos como actividades estimulantes que motivan a su familia.
¡Los juegos pueden ser súper simples!
Si estás en un sendero, juega a quién puede detectar los marcadores del sendero primero.
Si está caminando alrededor de tu cuadra en la ciudad, juega a quién puede detectar primero los árboles con flores. Puedes llamarlas búsquedas del tesoro y son fáciles de hacer, pueden durar toda la caminata.
Puedes registrar lo que encuentres con los niños en fotos y disfrutar viéndolas al llegar a casa.
2.- Deja que la naturaleza sea tu guía.
Una vez que tu familia se ponga en movimiento, busque cosas en la naturaleza que los mantengan activos.
Correr entre árboles simulando que son personas amadas o abuelos que pueden abrazar. Esta acción lo acerca a lo natural y ayudará a tu hijo a trabajar en sus habilidades de observación, desplazamiento y tacto.
También te da la oportunidad de hacerle preguntas a tu hijo o hija: ¿Cómo se siembra un árbol? ¿Qué partes tiene? ¿Qué animales viven en él? Cuando lleguen a una bifurcación en el camino, deja que tu pequeño elija la dirección en la que le gustaría ir. Esto le permite desarrollar habilidades para tomar decisiones y establecer preferencias.
También es divertido ver lo que elige.
Otra forma de hacer esto es explorar la naturaleza en un paseo seleccionando un objeto natural para seguirlo y encontrarlo juntos. Como flores de un color determinado.
3.- Usa tus sentidos.
Si bien hay mucho que ver en una caminata por la naturaleza, también hay muchas oportunidades para explorar usando otros sentidos.
Para practicar las habilidades de escucha, nos detenemos cuando escuchamos el canto de un pájaro.
Pídele al peque que deje de moverse y cierre los ojos. Luego que te diga lo que escucha: tal vez sea el pájaro, o tal vez sea el viento que sopla en los árboles.
Con los ojos cerrados, pídale que huela algo o que sienta algo en su mano. Jugar juegos sensoriales juntos es una excelente manera de interactuar con los pequeños de la casa.
4.- Infórmate un poco de ciencia.
Una caminata familiar por la naturaleza es un buen momento para probar algunas actividades científicas simples con tu hijo y/o hija.
Fomenta la curiosidad y las habilidades de observación “capturando” una pequeña sección del espacio del suelo con una cuerda o dibujando un círculo con un palo.
Examinen los objetos naturales y las criaturas vivas que se encuentran en el espacio que «capturó».
¿Cuántas rocas ves? ¿Hay insectos? ¿Es tierra seca o húmeda?
Recoge objetos naturales que hayan caído en el sendero para continuar la diversión en casa con juegos de combinación y haciendo arte con la naturaleza .
5.- Tomar un descanso.
En algún momento durante una caminata, ubica un claro, una mesa de picnic vacía o un lugar limpio para sentarse y relajarse juntos.
Comer una colación, tomar un sorbo de agua y conversar sobre lo visto. Al tomarse un momento para reflexionar juntos, tu hijo de 3 años está aprendiendo a contar historias y recordar la experiencia.
Es posible que los niños mayores quieran tomarse este tiempo para tomar notas en un diario de vida silvestre para ayudar a realizar un seguimiento de lo que han visto.
6.- Reserva algunas actividades para el camino de regreso.
Para recuperar la energía de la familia después de un descanso, pueden jugar juegos de seguir al líder, como marchar como hormigas, saltar como ranas y volar como pájaros.
También acelerar el paso y caminar delante de tu hijo, permitiendo momentos de ráfagas de energía para “alcanzar a mamá o papá”. Continúa fomentando la curiosidad señalando cosas que no hayan notado antes y pídele que señale puntos de referencia que reconozca antes.
7.- Conviértelo en un hábito.
Cuando llegues a casa después de la caminata por la naturaleza, habla de ello.
Pregúntele qué hizo y vio en el camino. Indaga sobre qué le gustaría hacer la próxima vez. Tal vez hubo una parte del camino que fue difícil y que le gustaría volver a intentarlo.
O tal vez había un pájaro que le gustaría ver más de cerca la próxima vez.
Nuestro blog siempre te brindará opciones como estas para pasar tiempo de calidad con tus hijos y continuar desarrollando el interés de los pequeños en el mundo natural.
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